La Templanza de Rubén Pabello

Por Redacción

El político y periodista xalapeño, Rubén Pabello Rojas, recorre sus pasos… Las viejas calles de la capital veracruzana, las avenidas del antiguo Distrito Federal y los edificios de una España que lo vieron crecer.

Un documental sobre su vida y obra lo ve retornar a las aulas de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Veracruzana, donde se formó académicamente y, de paso, construyó su personalidad.

En “Las Cuatro Virtudes Cardinales”,  Rubén Pabello honesto admite que su generación falló en hacer de México un gran país.

“Algo en la sangre y la mente obliga a regresar a los primeros tiempos, a las esencias”, dice el hombre que aún se apresta a enfrentar mil batallas, como hacer a su editorial AguArena un escaparate cultural.

Foto: Héctor Montes de Oca

El cronista de la ciudad, Vicente Espino Jara, asegura que el protagonista del documental es un ilustre xalapeño, ejemplo de conducta de un ser humano con nobleza.

Nadie olvida, dice, el instituto de música, dos mercados y obras en materia educativa cuando fue alcalde y, sobre todo, que permitió completar el conjunto escultórico de las virtudes: Fortaleza, Justicia y Prudencia y en 1979 la Templanza.

Don Rubén recuerda su vida nómada, a la que llama “el gran viaje de mi vida”, pero a sus 80 años afirma que “ahora nos lleva a hacer conciliaciones hacia adentro y prepararse para al viaje final”.

Aprovecha para hacer ajustes de cuenta personales, como cuando reconoce que el servicio público, al cual perteneció desde distintas áreas,  le quedo a deber al país. “No puedo eludir la responsabilidad”, suelta.

En el documental dirigido por Sonia García y Sac-Nicté García, el xalapeño cuenta en primera persona su vida, obra y pensamiento que lo llevaron a ser diputado local, federal, alcalde de Xalapa y funcionario federal en un México convulso.

“No hemos hecho la que nos demandaba nuestra esencia y nuestra lucha”, dice en sus paseos por Madrid, Barcelona, Xalapa y Ciudad de México, en un recuento que traza su vida política, pero también la intelectual, ese que le hace recitar de memoria al poeta sevillano Antonio Machado.

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